Transmisión
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Una delgada línea roja
Tras varios intentos de reflejar las alturas en los manuscritos de la zona de Aquitania, y que consiguieron un sistema bastante eficaz de representación de los intervalos, pero no exento de la memorización, no será hasta el siglo X cuando aparece el siguiente paso a la notación neumática, que consiste en trazar una delgada línea roja representando la nota “fa”, que vendría a ser lo que hoy denominamos “clave”.
Hucbaldo de Saint-Amand (o San Amando) (ca. 840-930), escribió su obra De Institutione Harmonica. Vivamente interesado por el canto, se propuso acabar con las enormes dificultades que la escritura musical tradicional presentaba para el cantor, por lo que en sus libros primero trazó una línea de color rojo representando a la nota fa y más adelante agregó una segunda línea, de color amarillo, representando a la nota do. Este recurso logró fijar una referencia exacta de alturas de las notas para facilitar la lectura.
A partir de esas 2 líneas, se construirían el resto de las alturas de las notas un siglo después.