Características Principales

E.Contemporánea

Características de la Edad Contemporánea

La Edad Contemporánea es una de las más complejas de describir, dado el enorme volumen de cambios que se han producido en menos de tres siglos. Por eso es preferible resumir muy a grosso modo sus características, de acuerdo a su área específica de interés:

Características sociopolíticas: 

Lo que la Edad Moderna vaticinaba, en la Contemporánea tuvo su lugar desde el principio: la caída de los poderes tradicionales, asociados a la nobleza y el clero, que controlaban el mundo desde la Edad Media, en favor de la recién creada clase media, carente de sangre azul pero poseedora de capitales. La burguesía, así, desplazó a sus rivales tradicionales, adueñándose de la conducción de los destinos de la humanidad e instaurando sus valores de libertad, igualdad, fraternidad y propiedad. Así, los valores de la Ilustración francesa engendraron el Liberalismo, y la posibilidad de seguir una agenda republicana y democrática, con separación de poderes e igualdad jurídica, aunque no socioeconómica. Nace así la sociedad de las clases sociales, separadas ya no por su nacimiento sino por su capacidad de consumo y de generación de dinero: el capitalismo. Con ella surgió un nuevo rival histórico de la burguesía mandante: el proletariado, resultado de la transformación del campesinado medieval en trabajadores urbanos.

Características geopolíticas:

 Con la caída del Antiguo Régimen, una nueva matriz de poderes globales emergió lentamente, a medida que la competencia militar, económica y comercial se internacionalizaba. Las grandes extensiones coloniales de los Imperios europeos vieron en la contemporaneidad su declive, para finalmente sucumbir ante guerras de independencia. En otros casos pactaron una liberación consensuada cuando les resultó más conveniente comerciar con sus antiguas colonias que seguir administrándolas. Esto condujo a un complejo proceso de descolonización en el mundo entero, no sin antes atravesar los conflictos más crueles y destructivos que la humanidad haya tenido en su historia, dado el nuevo nivel tecnológico alcanzado. La Primera y Segunda Guerras Mundiales sacudieron los cimientos del mundo y derrumbaron a los antiguos poderes, dejando a los Estados Unidos y a la Unión Soviética en una “Guerra Fría” por el mundo, hasta que esta última se derrumbó en 1991. Nuevos polos de poder surgieron después de lo que parecía la victoria total del capitalismo occidental, con la Unión Europea y especialmente con China, rivales comerciales de EEUU en la actualidad.

Características económicas: 

El capitalismo triunfa y se consolida durante la Edad Contemporánea. Se enfrenta a un nuevo rival nacido de la sociedad industrial misma: el Comunismo o Socialismo, concebido como de la clase trabajadora. Se formaron dos polos, el de sociedad de consumo liberal, organizada en torno a la noción del libre mercado y su supuesta autorregulación (la “mano invisible del mercado”), y el de la sociedad de economía planificada centralmente, es decir, en la que el Estado impone el orden del cual el mercado carece. Ambos modelos tensionan las distintas etapas de la Edad contemporánea, especialmente a mediados del siglo XIX y en el XX. Por lo demás, la economía contemporánea privilegia lo urbano y la fábrica como el lugar donde ocurre la producción, dejando la generación de materia prima en manos de los países menos desarrollados. A finales del siglo XX avanza la integración de los mercados y el surgimiento de una economía globalizada, que permite a los intereses económicos de un hemisferio invertirse sin problema en el otro.

E.Contemporánea

Características culturales: 

La cultura floreció y se diversificó enormemente en la Edad Contemporánea, de la mano de las recién adquiridas libertades humanas. En su mayor parte se liberó también de los yugos morales de la religión, sumamente debilitada luego de la obra evolucionista de Charles Darwin. La separación entre Iglesia y Estado se produjo del todo en casi todo el mundo, y el arte burgués abandonó los ámbitos académicos o religiosos, para convertirse en parte de la sociedad de consumo. Esto significó entrar en contacto con las nuevas formas de comunicaciones masivas (prensa, radio, televisión, Internet) y las sometió a una profunda crisis de identidad, de la cual muchas no logran aún sobreponerse. Además, la filosofía contemporánea atravesó períodos de nihilismo y pesimismo, especialmente luego de las Guerras Mundiales. En el caso de Occidente llegó a hablarse de un callejón sin salida existencial. Posteriormente, la llegada de la sociedad global se encargó de difundir nuevas filosofías y tendencias orientales en un público occidental ávido de nuevas formas de pensarse.

Características tecnológicas: 

Ningún otro período de la historia humana supuso una carrera tecnológica tan acelerada y desenfrenada como la contemporaneidad, especialmente las etapas finales del siglo XIX y del XX. La Revolución Industrial supuso la automatización del trabajo y por ende la maximización de su efectividad, pudiendo producir a niveles masivos y permitir así el surgimiento de la sociedad de consumo. Los enormes avances en la medicina y la farmacología extendieron la expectativa vital del ser humano hasta sus mayores límites históricos. La aparición del computador nos brindó la más potente herramienta jamás alcanzada, gracias a la cual las telecomunicaciones pudieron multiplicarse y hacia finales del siglo XX producirse la llamada sociedad de la información. Asimismo, el desplazamiento terrestre, aéreo y marítimo fueron apenas la antesala para la exploración del espacio exterior, pero todo con el terrible costo del daño medioambiental sostenido, cuyos efectos recién comienzan a percibirse a inicios del siglo XXI.