El Barroco
Período Musical
Inicios
La cuarta y última etapa de la polifonía es la que se conoce con el nombre de Período Barroco o Nuove
Musiche. Este período se extiende desde el año 1600 hasta 1750 y representa, entre otras cosas, el auge del período instrumental polifónico de cara a lo que ya fue el cenit del período vocal.
Panorama histórico
El siglo XVI mantiene gran parte de las mentes dirigentes de Europa ocupadas en la gran epopeya de la colonización y en la solución de los complejos problemas religiosos, científicos, políticos y económicos que
traen consigo las tierras descubiertas en la centuria anterior, principalmente América.
España y Portugal, países que tienen en ese instante el dominio político-económico en sus manos, no tardarán en ceder el poder a sus vecinos rivales, Francia e Inglaterra.
Durante la primera mitad del siglo XVII los ojos de Europa se vuelven hacia las luchas político-religiosas,
conocidas con el nombre de «guerra de los 30 años» (1618-1648) en las que se enfrentan Francia, Alemania y Suecia especialmente, contiendas que culminan con la decisiva Paz de Westfalia concertada en 1648, que demarca el inicio de la hegemonía de Francia en la política occidental, de la misma forma que el Tratado de
Utrecht, de 1713, marcará el fin del dominio español en los mares y el comienzo del dominio inglés.
La segunda mitad del siglo XVII es dominada por la elevada cultura de la corte de Luis XIV (1643-1715) en
el deslumbrante palacio de Versalles a la vez que la política exterior europea gira en torno de la figura del primer ministro francés, el Cardenal Richelieu.
El pensamiento filosófico en general es vivificado por la ciencia empírica, y el método deductivo de
Aristóteles es desplazado por el inductivo o método de la experimentación, preconizado por los grandes científicos del momento: Copérnico, Kepler, Galileo, Newton, Harvey y otros, métodos expuestos en la dialéctica de Francis Bacon, Descartes, Spinoza, Malebranche y Leibnitz, entre otros. En la literatura destacan: Lope de Vega, Calderón de la Barca, Milton, Defoe, Swift, Corneille, Racine y Moliere. Algunos de los grandes nombres de la pintura del momento son: Zurbarán, El Greco, Velasquez, Rembrandt, Rubens y Van Dyck.
El origen de la expresión
La expresión Barroco aparece por primera vez en la obra de Burckhardt, El Cicerone, quien la usa en el sentido de «un Renacimiento deformado».
Barroco es una palabra original del idioma portugués, que significa, deforme o sin forma. Originalmente se refería a la perla de forma irregular (perla barroca). Fue en ese sentido que la utilizó Burckhardt al referirse al arte de los siglos XVII y XVIII, como una deformación del arte renacentista anterior.
Período Musical
Sin embargo el esteta Heinrich Wölfflin revisa esta opinión y en su obra, Conceptos Fundamentales en la Historia del Arte, señala definitivamente las aportaciones positivas y originales del período en cuestión. Hoy día cuando nos referimos al barroco musical no lo hacemos en sentido peyorativo, como refiriéndonos a un arte renacentista decadente, pero sí a un estilo de arte nuevo, original, rico e independiente, con valores éticos y estéticos propios.
Innovaciones, estructuras y características del Barroco
El barroco musical trae consigo innovaciones significativas para el arte de la música entre ellas: la adopción del sistema diatónico, así como el libre uso de la escala cromática, que sustituyen definitivamente a los modos eclesiásticos; la afinación temperada que adquiere carta de naturaleza permanente; los instrumentos asumen la misma importancia que las voces y los compositores les dedican gran parte de su obra con características propias y en consecuencia se toma en consideración el planteamiento científico de la técnica de ejecución de los mismos, particularmente los de tecla y los de la familia de la viola; tiene lugar la introducción del estilo concertante en los grupos instrumentales y el surgimiento de una de las expresiones más
significativas de la historia, cual es el drama musical u ópera como estructura mixta, mientras se enriquecen el Aria da Capo, el Oratorio, la Cantata y el Coral protestante, como estructuras vocales o mixtas, así como la Toccata, el Tema con Variaciones, la Passacaglia, el Preludio, el Concerto Grosso, el Ricercare, la Fuga, la Fantasía y especialmente la Suite, como estructuras netamente instrumentales; se impone el bajo cifrado en la escritura de las obras, especie de taquigrafía armónica, con cifras que se colocan debajo de las notas fundamentales del bajo; el arte de la improvisación adquiere particular importancia entre los organistas; se definen las ornamentaciones, tanto vocales como instrumentales; se formaliza, por último, la ciencia de la Armonía y como consecuencia el concepto de tonalidad con sus acordes fundamentales de tónica y dominante en el contexto del sistema diatónico, a la vez que impera la frase de cuatro compases o múltiplos de cuatro.
En términos generales, el barroco es un período de éxtasis, admiración y exuberancia; de tensión dinámica, despreocupación y negación propia, en contraste con la seguridad personal del hombre renacentista. La música es, a grandes rasgos, más rica rítmicamente (en lo que colabora el llamado basso continuo, elemento muy particular del momento) y más espectacular que la de cualquier período anterior. Se utilizan grandes masas corales mixtas, acompañadas la mayoría de las veces de un rico instrumental en obras de mayores dimensiones. Desde el punto de vista de la dinámica, las obras de este período presentan contrastes violentos, a manera de luz y sombra como sucede en la pintura coetánea, así como una práctica mucho más organizada de la ciencia de la armonía.
Por otro lado se pierde, en el período barroco, un poco del carácter permanente de religiosidad que existía hasta el momento en casi todas las obras musicales.
Afinación Temperada
Sistema de afinación que, mediante una alteración matemáticamente calculada del valor acústico de los intervalos musicales, permite la división de una octava perfecta en 12 semitonos iguales. La elaboración del sistema fue motivo de grandes discusiones y polémicas entre matemáticos y teóricos desde la Edad Media. El primero en exponer la exacta relación matemática, con gran ventaja sobre los demás, fue el célebre teórico español Bartolomé Ramos de Pareja (1440-1491).
El Bajo Cifrado
La invención del bajo cifrado se le atribuye a Ludovico Grossi de Viadana (1560-1627). Fue, por lo menos, uno de los primeros en usarlo en sus Cento concerti ecclesiastici, en 1602, junto con Peri y Banchieri.
La Opera o drama con música
Pertenece también a esta última gran etapa de la polifonía la invención, en Florencia, del drama con música llamado Ópera. Esta nueva forma nació gracias a un grupo de nobles y melómanos que se reunieron en los salones del palacio del Conde Giovanni Bardi, en Florencia, en la década de 1580, conocidos con el nombre de Camerata Fiorentina con el firme propósito de hacer renacer el teatro helénico y conversar sobre la posibilidad de encontrar un nuevo estilo musical que se asemejara a la música del drama griego, hasta ese entonces poco conocido en Europa.
Este grupo de artistas, que pertenecía en gran parte a la élite intelectual de la aristocracia de la ciudad, partiendo de premisas equivocadas, sin saberlo, inician un género totalmente nuevo en la que se unen en feliz simbiosis la música, el teatro y el ballet, estructura que en menos de un siglo empeñaría el interés de la mayoría de los compositores italianos y sería afición casi incondicional de todos los públicos.
Valga la ocasión para señalar que ya estaba en el ambiente, desde siglos atrás, el sentimiento de hacer obra teatral con música, cantada, a pesar de que no existía todavía nada que pudiera servir de modelo, al margen de ciertos intentos aislados como la mencionada fábula pastoral de Adam de la Halle del siglo XIII, y de los célebres autos sacramentales, misterios, milagros y moralidades, que constituyeron el teatro religioso medieval que se representó tanto dentro como fuera de la Iglesia.
Período Musical
De ahí que al drama pastoral, así como a las representaciones dramático-musicales en general, de la Edad Media y el Renacimiento, se les tenga como antecedentes fundamentales en la evolución que culmina en la creación de la ópera. En efecto, Vicenzo Galilei (1520-1591) uno de los más entusiastas apologistas de la reforma melódica del momento, así como Giulio Caccini (1550-1618), el Conde Bardi y Piero Strozzi, decidieron celebrar sus reuniones en los salones del palacio del Conde Bardi para hablar sobre poesía, música y otros temas filo-helénicos, con particular afán por resucitar el poder expresivo de la música griega y el teatro antiguo.
El mentor del grupo era el humanista y filólogo Girolamo Mei (1519-1594), hombre de vasta cultura y muy versado en las diferentes novedades teóricas de la música, sobre las que escribió varios libros. Bien se ha dicho que toda técnica y toda manera de hacer responde, en el fondo, a una necesidad estética y a una voluntad de expresión ya que todas las novedades abren horizontes insospechados y estimulan nuevos descubrimientos. Efectivamente, dentro de la errónea creencia de que el drama antiguo se cantaba de principio a fin, la Camerata crea, a finales del siglo XVI, uno de los géneros de mayor ambición en la música occidental.
En el fondo la ilusión helenística no fue más que la última gota que rebasó el vaso, la causa final de la necesidad de reformar la música vocal tal como se conocía hasta ese momento.
La primera ópera y primeros teatros
Y es así que en 1597 se escribe la primera ópera de la historia, Dafne, con libreto de Octavio Renuccini y
música de Jacobo Peri (1561-1633), cantante y compositor florentino, estrenada en la mansión de los Corsi, en Florencia, donde se había organizado un cenáculo semejante al círculo de Mei en Roma. La obra se representó el 6 de octubre de 1600 en la celebración de los esponsales de María de Médicis con Enrique IV de Francia en su segundo matrimonio. Ese mismo año Peri estrena su segunda ópera, Eurídice, con libreto del propio Renuccini, el poeta del grupo.
El género se populariza poco a poco y toda ciudad italiana de cierta importancia deseó tener su recinto especial para las novedosas representaciones y así vemos que en 1637 se inaugura en Venecia el San Cassiano, primer teatro público de la Historia, dedicado exclusivamente a la ópera.
Claudio Monteverdi
Claudio Monteverdi (1567-1643), de Cremona, es considerado como el primer genial compositor del nuevo género. Su ópera Orfeo, de 1607, es realmente el primer melodrama verdaderamente auténtico en la historia de la música; otro tanto pude decirse de su Coronación de Popea, que sube a escena en Venecia en 1642.
Los Castrati
Durante el período barroco se hizo popular la voz del llamado castrato es decir cantantes masculinos capaces de emitir una voz de mujer, sea soprano, mezzosoprano o contralto. Los castrati (plural de castrato en italiano) fueron especialmente importantes en la ópera seria, monopolizando los principales papeles y alcanzando niveles de verdaderas estrellas internacionales.
Hacia 1600 las voces hasta entonces independientes de la polifonía empezaron a transformarse en lo que después se conocería como homofonía, en la cual se distingue una melodía principal y el resto de voces ejerce la función de mero acompañamiento. Esta nueva textura de melodía acompañada alcanza un gran auge en el Barroco, si bien la polifonía no solo no dejó de cultivarse, sino que alcanzó nuevas cimas especialmente en la obra de Johann Sebastian Bach. A lo largo de la primera mitad del siglo XVIII el contrapunto conoció un nuevo auge a través de la música de Bach y Händel, entre otros. No obstante, este florecimiento se articulaba conforme a los presupuestos armónicos de las tonalidades mayores y menores recién desarrolladas.
Las formas barrocas como la fuga, que podrían denominarse polifónicas en lugar de eso se suelen describir como contrapuntísticas.
Además, a diferencia de la terminología de las «especies» de contrapunto, la polifonía era en general más bien «nota-contra-nota» / «punto-contra-punto» o «altura-sostenida» en una voz, con melismas de diferentes duraciones en otra. En todos los casos, la concepción era probable lo que Margaret Bent llama «contrapunto diádico», con cada voz siendo escrita generalmente contra otra voz, con todas las voces modificadas al final si es necesario. Esta concepción de punto-contra-punto se opone a la de «composición sucesiva», donde las voces se escriben en un orden concreto en el que cada nueva voz encaja en el conjunto construido hasta ese momento y que había sido asumido previamente.