La Orquesta
P.ROMÁNTICO
La Orquesta en el Periodo Romántico
Gracias a los avances tecnológicos aplicados a los instrumentos, comienza, en el período Romántico, un aumento de la plantilla instrumental en la orquesta. Dicha ampliación fue sucediendo paulatinamente conforme avanzaba el siglo XIX hasta llegar al siglo XX.
Por lo general, la sección de viento madera pasará de tener dos instrumentos de cada especie a tener tres. Normalmente uno de los tres instrumentos será de una tesitura distinta. De las tres flautas en ocasiones una será reemplazada por el flautín. Los clarinetes incorporaran el clarinete bajo y en algún momento el clarinete pícolo en Mi bemol. Los oboes introducen el corno inglés y los fagotes el contrafagot.
Dentro de los instrumentos de viento metal, los cornos franceses pasan a ser cuatro de manera habitual. Normalmente las trompetas suelen ser dos pudiéndose ampliar a tres. Los trombones se incorporan definitivamente como instrumentos fijos en la orquesta, regularmente tres. Del mismo modo se suma a la sección de metal la tuba que refuerza los graves.
La cuerda también crece en número, en ocasiones se suma el arpa. El piano aparece esporádicamente formando parte de la orquesta sin ser instrumento solista, otros instrumentos de teclado como el órgano o la celesta igualmente pueden aparecer en alguna obra. La percusión incorpora instrumentos como platillos, bombo, castañuelas, tambores etc.
Los constructores de los instrumentos se vieron obligados a perfeccionarlos ya que cada vez los compositores escribían en sus partituras pasajes de mayor dificultad, en muchos casos rozando lo imposible.
Por ejemplo, en el Barroco los luthiers italianos Amati o Stradivarius estuvieron en contacto continuo con los compositores de música instrumental más importantes de la época, como pudieron ser Vivaldi o Corelli. Más adelante cuando aparece el piano ocurre lo mismo, sin la desaparición del clave y la llegada del forte-piano hubiera sido imposible componer e interpretar muchas de las sonatas de Beethoven. Igualmente sin la transformación o evolución del pianoforte al piano difícilmente Liszt o Chopin podrían haber escrito su música.
La verdadera revolución en la construcción y el avance técnico en la interpretación instrumental llega a partir de 1830. Del sistema de válvulas y pistones para los instrumentos de metal se sabe que ya existen ensayos en 1788 por Clagger y 1813 por Blühmel. Las válvulas de cilindro aparecen en 1820, sin embargo las primeras patentes están fechadas en 1824 por J. Shaw. En 1838 aún se estaba experimentando con el sistema. El uso habitual comienza a mediados del siglo XIX (1851 con J.P. Oates, en Londres).
P.ROMÁNTICO
Referente a los instrumentos de madera, los importantes descubrimientos de Theobald Boehm, hicieron que un instrumento como la flauta experimentara un extraordinario progreso. A ésta le siguieron el oboe, el corno inglés, el clarinete y el fagot. Boehm mejoró la distribución de los orificios, lo cual hacia más fácil la digitación. Ideó un nuevo mecanismo de llaves que tapaba mejor los agujeros, que hacía más sencilla la ejecución y que afinaba mejor todas las notas.
Todos estos progresos habidos, llegarían a transformar a la orquesta como instrumento. Ahora ya, esta nueva gran orquesta tiene poco que ver con la orquesta del clasicismo, aunque Beethoven en sus sinfonías ya dejaba entrever que esto iba a llegar.
Esta ampliación, no viene únicamente de la incorporación de instrumentos novedosos o antes inusuales, sino también del crecimiento que tuvo que experimentar la cuerda para conseguir un equilibrio tanto sonoro como tímbrico con las otras secciones instrumentales.
La misión de los instrumentos de metal, pasan de tener un papel “menor” como en la orquesta de Haydn, a convertirse en actores principales. Tanto los metales como las maderas, aparte de tener más facilidad a la hora de la emisión de las notas y ser más desenvueltos en la ejecución, van a ganar mucho en su potencia sonora.
El aumento de potencia en la sección de viento obligó a la sección de cuerda a tener que reaccionar para equipararse con el viento.
Por un lado, aumentar el número de instrumentistas, y por otro, hubo que buscar mejoras en estos instrumentos. Sobre todo mejoras para que los arcos consiguieran ejercer mayor presión y que las cuerdas estuvieran preparadas para soportar mayor tensión. Ahora la cuerda de la orquesta podría estar compuesta por unos 30 violines, 12 violas, 10 violoncelos y 8 contrabajos.
También el aumento del número de instrumentos influyó en la partitura. Si antes podíamos tener partituras de 10 a 12 pentagramas, en la gran orquesta fácilmente se puede llegar a 40.
Aparición del Director de Orquesta
Antes, en el clasicismo, había predominado una dirección dividida. Esta función la compartían el primer violinista y el músico que estaba al frente del clave, muchas veces el compositor. Por primera vez en la historia, y debido al tamaño y complejidad de la orquesta, surgió la necesidad de alguien que coordinara la ejecución: surge la figura del Director de Orquesta.
A partir de las sinfonías de Beethoven se ve la necesidad de encomendar esta tarea a una única persona. Entre los primeros directores se puede nombrar a Weber, Spohr, Spontini etc. Estos directores también eran compositores.