Música Programática

P.ROMÁNTICO

Música Programática

La Música Instrumental –música pura, libre de la referencia de las palabras- es la manifestación artística predominante del período, el gran arte ideal del romanticismo, por su capacidad de transmitir el flujo de impresiones, pensamientos, y sentimientos propios de la dimensión del arte romántico. Sólo la música instrumental, sin la mediación de un texto, puede conseguir la meta de comunicar la emoción y subjetividad profunda del ser humano. 

El conflicto entre el ideal de música puramente instrumental como el “modo supremo de expresión del período romántico,” y la fuerte orientación literaria de la música romántica, fue resuelto cuando se concibió la música programática.

El siglo XIX fue la gran época de la música programática (música instrumental –muy ocasionalmente, sonidos vocales sin palabras- de carácter referencial, es decir, asociada a una historia, un viaje espiritual, poema, idea o recuerdos, o escena de la naturaleza), no al modo de la música barroca (figuras musicales convencionales) o al de la música del siglo XVIII (imitación de sonidos de la naturaleza y movimientos).

Aunque la música programática en cierta forma ha existido durante siglos (por ejemplo “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi), es especialmente prominente en el período romántico. Nunca antes los compositores se habían preocupado tanto por vincular la música a las ideas, historias o eventos externos a lo que componían. La música programática buscaba absorber y transmutar el tema imaginado, llevándolo totalmente dentro de la dimensión de la música de manera que la composición resultante, aunque incluía un programa, dominaba, aunque en cierto sentido era independiente del tema.

La música instrumental se convierte, entonces, en un medio para plasmar pensamientos que, aunque sean insinuados en palabras, están más allá del poder de las palabras para ser expresados. Una segunda manera cómo los románticos reconciliaron la música con las palabras se refleja en la importancia que le daban al acompañamiento instrumental de la música vocal, desde los lieder de Schubert hasta la orquesta sinfónica que envuelve las voces en los dramas musicales de Wagner.

P.ROMÁNTICO

El punto de partida para la música programática fue la “Sinfonía Pastoral” de Beethoven (de la cual Beethoven dijo que consistía más en una expresión de sentimientos que una descripción musical de escenas pastoriles y eventos de la naturaleza). Los compositores que más cultivaron este género en el inicio y la primera mitad del siglo XIX fueron Mendelssohn, Schumann, Berlioz, y Liszt, mientras que sus mayores representantes hacia el fin de siglo fueron Debussy y Strauss.

Ludwig van Beethoven (1770 – 1827) Sinfonía Nº 6 en Fa Mayor, op. 68, Pastoral:

Una obra instrumental programática busca representar las emociones, personajes, y eventos de una trama o historia, o puede evocar los sonidos y movimientos de la naturaleza. (Ejemplos: Obertura Fantasía “Romeo y Julieta,” y “El Moldava”). Otros, como Brahms, prefirieron adherirse a la llamada “música absoluta,” a pesar de la fascinación general que producía la música programática.

Piotr Ilich Tchaikowsky (1840 – 1893) Obertura – Fantasía Romeo y Julieta: